Tendrás un límite, dijo él. Al otro lado de la ventana, las flores se tragaban la lluvia. Bueno, en realidad... me he dado cuenta de que mis límites son como gomas.
Llego, lloro y reboto. Y se acabó.
Al otro lado de la ventana, la lluvia se tragaba las flores.
Hasta que se rompa la goma estaré bien.
Llego, lloro y reboto. Y se acabó.
Al otro lado de la ventana, la lluvia se tragaba las flores.
Hasta que se rompa la goma estaré bien.
Hoy leyendo con más lucidez me he enterado de todo bien. Pero poner la foto es hacer trampa xD
Límites como gomas, yo las cuidaré. Siempre estaré para evitar tensiones, y lo sabes.
Te quiero
y si...porque cuando las gomas se rompen nosotros terminamos tragando nuestras propias lágrimas. Muy lindo Ella
Saludos!
El Huevón