Cualquiera de los libros de Claudine: para cuando quiero que me guste el mundo.
Cualquiera del resto de novelas de Colette: para recordar el olor de la lluvia en París. Y para amar.
La elegancia del erizo: para beber té con chocolate.
Paraíso inhabitado: para cuando quiero ponerme un poco triste.
La insoportable levedad del ser: para cuando me apetece escribir.
Las nieblas de Avalon: para cuando quiero olvidarme de dónde estoy.
Cualquiera de Chuck Palahniuk/Ray Loriga: para cuando quiero ponerme a cien.
Las edades de Lulú: para reírme un rato.
Mansfield Park: para cuando no sé qué leer.
La Parisienne: para cuando no sé qué ponerme.
La plaza del Diamante: para comer ciruelas sentada en un banco de la Gran Vía.
El retrato de Dorian Gray: para vestirme de gala.
La soledad de los números primos: para que se me pongan los pelos de punta.
Lolita: para sacar a Ginebra de su jaula.
continuará...
¡Uy! ¡Que ésa casi podría ser mi lista! :) Adoro el té con chocolate.