Las mariposas, pertenecientes al orden de las lepidópteras,
son como las libélulas pero más bonitas y tienen las alas dibujadas. Tienen
ojos grandes y escamas en las alas que no se ven y no les sirven de nada porque
cuando las coges entre dos dedos aunque lo hagas con mucho cariño se rompen
igual. También tienen antenas que les sirven para conservar el equilibrio
cuando vuelan pero a veces se rompen también porque son muy finas y entonces
las mariposas se caen. Las mariposas nocturnas reposan sus alas en forma
vertical y las diurnas en forma horizontal para que los rayos del sol les den
bien. Se conocen unas dieciocho mil especies en todo el mundo. Las más grandes miden hasta veinticinco centímetros y viven en Melanesia. La mariposa más
pequeña puede medir menos de uno. Las mariposas experimentan una metamorfosis
que las lleva de ser larvas que dan asco a crisálidas, que son como edredones
debajo de los que se refugian cuando no quieren salir, pero luego acaban
saliendo con las alas ya formadas y se ponen a volar y se van. Por las señales
que emiten con la antena derecha y los tics de sus alas en reposo, se sabe que
a veces a las mariposas les gustaría volver de vuelta a la crisálida. Esto
ocurre con mayor frecuencia en las mariposas nocturnas, porque las diurnas salen
a tomar el sol y eso les sienta muy bien.
Me ha encantado, enhorabuena por un texto maravilloso