-¿Crees que es diferente querer y amar?
-Claro. Uno tiene seis letras y el otro, cuatro.
-Muy gracioso.
-Sí que creo que hay diferencias. Un niño puede querer juguetes o chuches, o pisar los charcos. Pero los juguetes aman al niño cuando se entregan a él porque quieren que juegue con ellos, al igual que las chuches quieren que se las coma y los charcos quieren que los pise.
-¿Y tú quién eres, el niño o los juguetes?
-A veces lo uno y a veces lo otro.