Escritura automatica desde un smartphone

Hay tardes calientes y pegajosas como el tabaco dulce de cachimba y como la ceniza que se te pegan en las manos y en el pelo y en la piel dorada del escote y que descienden como un río hacia abajo hacia la planta de los pies magullados de andar descalza sobre las plantas marchitas y los surtidores de agua que no funcionan y los frutos rojos venenosos que recoges uno a uno para que el perro no se los coma y los gorriones se posan en la mesa de piedra pidiendo más y más migas de pan para todos ellos para bandadas enteras para poder subir encima de las nubes y atravesarlas con el pico para fundirse arriba del todo y bajar en picado incandescentes como estrellas te piden pan incesantemente mientras tú te miras los pies que duelen y lloras y sabes que no tienes tanto ni puedes dárselo todo ni puedes impedirles que vuelen hasta arriba del todo pero en vez de eso les dices que vas a buscarlo y entras en la cocina dejando un rastro de lágrimas y de flores.

One Response so far.

  1. Unknown says:

    Vaya entrada más hipster. Mola.

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