Drownin'

No digo que sea raro, digo que no es normal. Es… bueno, no intentes encontrarle explicación. Temblando con el agua a los pies, la sombra de las bolsas acariciando la superficie luminosa, que hace daño a los ojos, aunque en realidad ya tengo las pupilas dilatadas. Y arden. Y no sé si estoy viendo de verdad una luz verde parpadeando en mitad del río, que me saluda moviéndose de un lado a otro. Es un semáforo y dice que me está permitido cruzar. Que ahora mismo podría levantarme, avanzar hasta el agua e irme hundiendo con las zapatillas de estampado de tweed, luego los pantalones de Pull & Bear (qué nombre tan estúpido), luego el cinturón (y un pequeño cortocircuito al apagarse el móvil para siempre). Después comenzaría a tiritar, la garganta se me inflamaría aún más, la ropa se me pegaría al cuerpo. Las mangas de la cazadora falsamente desgastada se convertirían en cascadas de agua sucia. Y seguir avanzando, con vaho blanco filtrándose por los labios (morados ya bajo el pintalabios) y las puntas del pelo comenzando a oscurecerse. Y no escuchar los gritos ni a los peces, ni notar el fango dentro de las zapatillas, porque aún prevalece el escudo invisible de los auriculares en las orejas. Hasta que flotasen como algas en aguas muertas junto al resto del pelo. Y el pañuelo de Bershka que me compró Paula en mitad de una de esas conversaciones tan nuestras, a la deriva entre vasos quemados de alcohol.





3 Responses so far.

  1. Que ambiente tan húmedo... y sucio.
    Creo que voy a coger un resfriado.

  2. jscrls says:

    Caramba Miss, es escalofriantemente real, me anticipa la angustia del momento final.
    Creo que es muy auténtico.
    Un beso.

  3. Lobo says:

    "No digo diferente, digo raro"

    Se nota que estás mala.

    "Sudo, la ropa se me pega al cuerpo, no se si tengo la enfermedad o es la enfermedad la que me tienea mi"

Leave a Reply

¡Muchísimas gracias!

Datos personales